En la teoría de la administración pública hay un enunciado que se puede traducir en “no tocar lo que está funcionando” y viene al caso por las iniciativas legislativas buscando hacer cambios en la institucionalidad que trabaja por la protección de los recursos naturales pertenecientes a todos los guatemaltecos como son el CONAP, INAB, OCRET y otras. 

Casi todos los estudios sobre la gestión pública en el país marcan la descentralización como una tarea pendiente de realizar y que podría darles más agilidad, certeza y transparencia a las acciones gubernamentales porque se trataría de acercar el gobierno a la gente a través de entregarle a los entes descentralizados la competencia para tomar las grandes decisiones que se requieren en muchas áreas, la ambiental es una de las principales. 

Por lo que podemos alcanzar a ver, lo que hace falta hoy en la lucha contra los depredadores y la creación de resiliencia al cambio climático es la asignación de más recursos financieros que podrían hacer exponenciales los resultados alcanzados hoy por las instituciones como el INAB o el CONAP en las cuales la meritocracia de sus funcionarios es la regla y no la excepción que a pesar de contar con muy pocos recursos asignados alcanzan a miles de pequeños agricultores con los programas de reforestación que mitigan el impacto de la tala inmoderada e ilegal contribuyendo también con la amortiguación de los efectos del cambio climático. 

Las iniciativas legislativas 6021, 6054 y 6055, pretenden concentrar de nueva cuenta tareas ambientales específicas como las de cuidar por los bosques, especies animales, ríos y lagos del país en el Ministerio de Ambiente retrocediendo en el escaso avance que se va teniendo en materia de descentralización. La suspicacia que generan estas iniciativas ingresadas al pleno sin que existiera previamente una discusión amplia tiene a sectores tradicionalmente enfrentados como el empresarial y el de la sociedad civil protestando al unísono y buscando que al menos se pueda establecer una ruta de diálogo y difusión para tener todos los elementos técnicos listos antes de su aprobación y no que demos un paso irreversible en la destrucción de nuestro medio ambiente.